Tus profesionales son la base de tus resultados; no importa el tipo de empresa o negocio que tengas. No puedes jugar sin tu equipo. Por mucho que inviertas en mejorar tu forma de trabajar y en buscar soluciones a tus problemas, nada se podrá ejecutar si tu equipo no está contigo ni cuentan con el talento desarrollado.
¿Has notado alguna vez la potencia de resultado que tiene un equipo que trabaja por un mismo objetivo? No es un mito, es una realidad, y es tan complicada de alcanzar, que la mayoría de los profesionales que tienen responsabilidad sobre el rendimiento no logran conseguirla; entre ellos, están los CEOs, directores, jefes, propietarios…
Y por ese motivo, se dedican a organizar sus empresas y negocios de manera que tengan el máximo control sobre lo que realizan sus profesionales. Esto, acaba bloqueando la forma de trabajar y el talento de los equipos. Sí, el talento, aquello que sabe hacer de forma sobresaliente el mejor camarero, recepcionista, electricista, albañil, programador, diseñador gráfico, docente… Para el talento, no hay sector. Solo se necesita saber activarlo.
¿Imaginas a un entrenador profesional intentando controlar todas las decisiones que toman sus deportistas para conseguir realizar con éxito una jugada durante la competición? Se desgastaría él y su equipo; es una cuestión de capacidad de concentración. Pues eso, es lo que haces cuando intentas “dominar” la forma de trabajo de tu equipo en tu negocio o en tu empresa.
Compromiso con el talento de tu equipo
No desgastes el talento de tu equipo con recetas de control. Tener una gestión saneada de tu negocio, no implica conseguir rendimiento. Los profesionales de tu equipo necesitan un paraguas bajo el que trabajar, y para eso estás, para dotar a tu empresa de una estructura sólida bajo la que se pueda incorporar a profesionales que utilicen su talento.
Pero una vez que la tienes y los has incorporado, tu trabajo no es “vigilar” que cumplan con lo que se supone que tienen que hacer para que el negocio funcione. Todo tu esfuerzo tiene que estar en conseguir que utilicen su talento en cada una de las tareas que tienen que realizar para que el negocio mejore su rendimiento y resultados.
Los entrenadores deportivos intentan que sus entrenamientos generen mejoras en los deportistas que quieren conseguir el mismo objetivo que él, ¿por qué no haces tú lo mismo en tu negocio? Invierte todo el tiempo del mundo en mejorar los conocimientos técnicos, las habilidades y los hábitos de trabajo de tus profesionales. Esto los llevará a aumentar sus posibilidades de éxito al utilizar su talento en todas y cada una de las responsabilidades que tengan.
Diseña la jugada con tus profesionales
Junto a esa inversión en preparar a tus profesionales, lo que se llama “entrenarlos” en el mundo del deporte, debes trabajar, con ellos, la forma de competir. Tienes que crear un sistema con ellos y no al margen de ellos, o por encima de ellos. Tu equipo está en la operativa diaria de tu negocio y conoce cómo hacerlo funcionar y donde buscar mejoras. Así que, diseña los puestos, las funciones y la forma de trabajar de tu negocio, con tus profesionales; conseguirás que su talento se “ponga a funcionar”.
Los negocios y empresas, en cualquier sector, tienen modelos de funcionamiento que vienen “de serie”, bien por el éxito que han conseguido con ellos otras empresas, bien por la enseñanzas que han recibido sus responsables. ¡No te quedes ahí! Si las asumes como la forma correcta de hacer funcionar tu negocio, competirás como todos los demás de tu sector.
Esto significa que los resultados que obtendrás dependerán, en exceso, de variables externas al rendimiento de tus profesionales como:
- Ubicación de tu negocio
- Cartera de contactos
- Legislación sobre el sector
- Tendencias de consumo
Se parecería muchísimo a la situación de un deportista que asume que el resto de los competidores de su modalidad deportiva compiten haciendo lo mismo, con lo que no incorporaría mejoras en su forma de competir, haciéndose dependiente del tipo de competición de cada momento, de los rivales que estuvieran allí presentes, de las condiciones meteorológicas, de las decisiones arbitrales y de un largo etcétera.
Comparte los resultados con el equipo
Y los resultados que consigues junto a tu equipo, sí, junto a tu equipo (tú formas partes de esos resultados y de manera muy significativa), tienes que mejorarlos con decisiones tomadas, también, junto a ellos. No puedes achacar un resultado solo a tu equipo y tomar decisiones para mejorarlos sin ellos. Tú, eres tan responsable como ellos de los resultados. Los niveles de rendimiento y los resultados son responsabilidad de todos.
Cuando se consigue un resultado, debes compartirlo con tu equipo, trabajar la información que hay detrás de los datos de ese resultado, ver cómo ha influido vuestro rendimiento para alcanzarlo y decidir cómo vais a mejorar la forma de trabajar que antes habíais acordado de forma conjunta, para que ese resultado siga aumentando. Los entrenadores y deportistas están constantemente hablando con datos objetivos de su rendimiento, del resultado que han conseguido y de cómo optimizarlo.
Es la única manera que tienes para saber si has de cambiar la forma de trabajo que habías acordado con tu equipo, o si tienes que replantear toda la estrategia que venías desarrollando de forma conjunta con ellos. Es decir, si tenéis que cambiar la estrategia de juego o solo algunas cosas del sistema que estáis utilizando para competir con esa estrategia. Recuerda que está en juego el talento de tu equipo; una estrategia y el sistema de trabajo para ejecutarla, no consensuada con el equipo, deteriora el talento y con ello, la capacidad de rendimiento de tus profesionales.
Así que, no desgastes el talento de tus profesionales intentado solucionar el rendimiento de tu negocio tú solo. Activa el talento de los tuyos, comprometiéndolos con tu idea de funcionamiento, diseñando con ellos cómo se va a llevar a cabo esa idea y tomando decisiones de mejora todos juntos. ¡Te sorprenderán los resultados!