“Los únicos equipos que se comprometen son los que ganan.”

Esta es una máxima del alto rendimiento que Javier Imbroda, ex seleccionador Nacional de Baloncesto, nos trasladaba cada día en nuestro trabajo con los equipos empresariales. No hay más secretos, ni técnicas psicológicas que modifiquen el estado mental de un equipo empresarial y que lo haga cambiar de la rutina diaria (con todas las mejoras estructurales y de entorno que queramos y podamos incorporar a nuestros equipos) a la eficacia y eficiencia plena, y sostenible. Los resultados son el impulso máximo que moviliza el talento de un equipo.

La importancia del compromiso en Pequeños Negocios

Y, si piensas que no es para ti, porque tienes un pequeño negocio, te equivocas. Los sabes ya, si tu pequeño equipo de operarios no está bien, aumentan las incidencias y los clientes se convierten en un ir y venir constante de “fuegos que apagar”. No lo entiendes, porque está claro lo que tienen que hacer; tampoco es tan difícil.

Ya, pero esto no va de seguir pasos, sino de hablar con tu equipo todos los días para ver cómo poder hacer mejor y más cómodos para todos esos pasos. Sí, cómodos para que sientan el compromiso de hacer las tareas con compromiso. Si las pones tú porque has creado el negocio y sabes más que nadie, tú y solo tú eres el responsable de los resultados, incidencias y atascos.

No busques soluciones en tu equipo, porque ni siquiera será un equipo. Solo un grupo de profesionales que trabaja para ti e intenta “sobrellevar” lo que dices que hay que hacer. Es como si un entrenador deportivo controlara todo lo que hace su equipo: los tendría siempre sometidos y en contra; aunque ganaran pequeñas competiciones, estarían “quemados” la mayor parte del tiempo. En definitiva, un compromiso a corto plazo.

Desafíos y estrategias para mantener el compromiso en Medianas Empresas

Si crees que ya sabes de equipo porque tienes una mediana empresa, con más de 50 personas trabajando, y vienes de crecer desde tener un pequeño equipo, ya estás cayendo en el primer error del manual del entrenador deportivo de élite: como ya estoy rozando el “estatus” y gestiono una estructura seria, yo lidero con todas las estrategias y modas actuales disponibles en el momento para la gestión de personas.

Bien, ya te digo que invertirás en formación un montón, que hablarás de liderazgo dando consejos otro montón, y otro montón más, verás y hablarás sobre las dificultades que existen para encontrar y mantener “personal cualificado”. Si fueras entrenador deportivo, estarías en un equipo de competiciones no profesionales, porque ganarías competiciones pero nunca lo suficientemente importante para que tu equipo entrara en la élite: tendrías equipo, sí, pero con su talento asfixiado por tus decisiones finales y solo sostenido por las victorias que están rozando el éxito, pero sin alcanzar nunca el “salto de nivel”; así, no se quemarían, pero se aburrían antes de tiempo y su compromiso sería solo a medio plazo.

El desafío del compromiso en Equipos de Élite

Pero, espera, si ya estás ahí, y diriges o eres CEO, propietario o el cargo más alto que se te ocurra de una empresa sólida, es decir, ya eres élite, la cosa se pone peor. Tienes tanta formación técnica y de habilidades, unida a toda tu experiencia, que el factor ego “entra en juego” por todos lados. Ya no eres líder, eres “líder de líderes”.

Una bomba de relojería para los equipos donde multitud de profesionales de dirección pasan por tus manos y son “exprimidos” realizando programas y planes de cultura empresarial, habilidades y dirección de equipo y de sistemas operativos basados en estrategias temporales. Todo se convierte en selección natural: si tienes éxito, te quedas y subes al máximo, tú y tu equipo. Si no, “te caes con todo el equipo”. Te conviertes en un entrenador de élite que va a por todas, sin valorar que el fin no justifica los medios, en multitud de situaciones, siendo poco consciente de ello, porque esto es el rendimiento y así está montado. El compromiso tendrá “algo más del largo plazo”, pero será solo una fantasía temporal.

Estrategias para fomentar el compromiso a largo plazo

Quieres que el compromiso de tu equipo sea el máximo posible sin que “quemes” su talento, ni su capacidad de pensar como un equipo que genera resultados y los mejora: trabaja con tu equipo para mejorar el sistema de trabajo y ajustar los pequeños detalles que marcan la diferencia.

Esto aumentará su compromiso porque ellos no están dentro del sistema de trabajo: son el sistema y saben el porqué pasan las cosas y cómo conseguir mejorarlas. Esto aumentará su compromiso con el día a día. No es fácil, pero los entrenadores deportivos que admiramos no lo son porque saben mucho, sino porque aprenden con sus equipos a “competir la competición”.