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Comunicación interna en tu empresa para rendir mejor

Tiempo de lectura: 3

Comunicación interna en tu empresa para rendir mejor

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El rendimiento implica una comunicación interna en la empresa transparente con tu equipo primero, y luego, con todos los implicados en lograr los resultados establecidos previamente. No puedes rendir sin información y sin comunicarla. Tienes que ser inteligente para abrir tu mente y compartir lo que antes, en los negocios, no se compartía. Así, tus equipos mejorarán, se coordinarán mejor, tendrán más compromiso con los objetivos del negocio y sabrán que detrás de cada decisión que puedas tomar para mejorar, siempre habrá un espacio para comunicarla y ajustarla antes de ponerla en marcha.

¿Cómo comunicar el rendimiento?

El rendimiento se comunica siendo específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales; esto es, siendo SMART. Es un acrónimo que seguro que ya conoces de tus lecturas de management, pero que en el deporte se lleva utilizando desde hace años, y de manera natural.

Ser específico implica en la comunicación del rendimiento no andarse con discursos y “por las ramas”: hay que ser concretos a la hora de decir lo que se tiene que decir. Por ejemplo, los entrenadores deportivos evitan los grandes discursos desde hace ya mucho tiempo; se han dado cuenta que la clave está en “ir al grano” y ser muy concretos en lo que quieren transmitir.

Pero, transmitas lo que transmitas, que sea medible. No hables de valores, de acciones subjetivas, ni apeles a sentimientos o emociones de tus profesionales. Habla del talento necesario para realizar la actividad de tu negocio y de los comportamientos observables que necesitas para mejorar el rendimiento. Los deportistas entienden muy bien lo que tienen que hacer cuando le explicas un movimiento concreto en el entrenamiento: intenta lo mismo con tus profesionales.

Y si vas a medir un comportamiento, que sea alcanzable. No hables de comportamientos que generan rendimiento y que son altamente difíciles de realizar en el día a día. Procura definir con ellos qué comportamientos son la base del rendimiento de tu negocio y luego, crea el entorno adecuado para que puedan reproducirlos. En los entrenamientos deportivos todo el trabajo se vuelca en que los deportistas sean capaces de repetir comportamientos en diferentes entornos de competición; haz lo mismo con tus equipos.

En ese momento, donde hablas de comportamientos de rendimiento, céntrate en los más relevantes, en aquellos que generan más impacto. Olvídate de grandes listados de comportamientos a realizar. Ve directamente a aquellos que sabes que tienen una repercusión rápida en el resultado de tu negocio, y si tienes dudas, pregunta a tu equipo y concrétalos con ellos. Cuando tengas los primeros resultados, tu equipo ya estará “enchufado” y podrás hablar de otros comportamientos que también suman. Lo primero es ir sumando resultados positivos en las competiciones, como pasa en el deporte.  

Y, una cosa más, no eternices el discurso del rendimiento. Busca comunicar las necesidades de rendimiento del negocio en el corto plazo y cuando estas estén cubiertas, comunicas unas nuevas. Esa nueva comunicación interna en la empresa se basará en los objetivos que se han conseguido y permitirá que tus equipos “recarguen” su compromiso. De lo contrario, comunicaremos sobre objetivos no conseguidos y lo único que haremos es sumar presión innecesaria. Las interacciones de los deportistas y entrenadores a lo largo de la temporada, están siempre rodeadas de argumentos del tipo “partido a partido” para centrar la atención en el presente más inmediato; el futuro y su rendimiento, llegan después de ese “presente/pasado” en función de los resultados que se consiguen.

 

Si hablas, creas equipo.

Y, ¿sabes qué consigues de forma natural al comunicar el rendimiento de esta manera? Consigues equipo; creas una coordinación interna entre tus profesionales más natural y efectiva, que si intentas hacerlo con la comunicación más tradicional (decir lo que hay que hacer) o cargada de emociones (apelando a la motivación y el esfuerzo). Los profesionales necesitan claridad de acción para sentirse unidos y esta comunicación te lo va a dar antes que cualquier otra.

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Sube de nivel creando compromiso

Y no solo vas a conseguir un equipo: lo vas a sustentar en un compromiso. Todos buscamos que en nuestros negocios, estén con nosotros aquellos que tengan el compromiso suficiente como para afrontar cualquier situación de exigencia que se nos presente. Más aún, ahora, donde el cambio constante en el entorno donde competimos es “el pan de cada día”. 

 

No lo dudes: nunca estés en silencio.

La regla de oro: si te quedas callado, se apaga el rendimiento. No puedes generar equipos y compromiso manteniéndote “callado”. Habla todo lo que puedas con tu equipo, siendo SMART, pero habla. Intercambia información sin miedo y abierto a todas las variaciones que se propongan, sin tener miedo al resultado que estas puedan producir. El resultado se puede cambiar, la falta de equipo y compromiso, es más complicado.

 

Y tú, ¿Cómo llevas a cabo una comunicación interna en la empresa de manera eficaz?

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