La mejor era del fútbol español y una generación de profesionales irrepetibles. Dos entrenadores, Luis Aragonés y Vicente del Bosque, que han abierto el camino para tener una cultura de juego definida, lo que en RRHH venimos a llamar procesos de trabajo claros. Todo un sueño para un país como España, que vive muchísimo el deporte del fútbol.
Y como no puede ser de otra forma, sobre esos profesionales pasan los años y no pueden estar siempre en la misma línea de rendimiento. De ahí, que haya que realizar cambios: dar entrada a profesionales jóvenes (juniors en RRHH) que aprovechen la experiencia y conocimiento de los más veteranos (seniors en RRHH). Y aquí viene la razón de este post: ¿somos capaces de realizar de manera ágil y objetiva este proceso?
La selección española de fútbol ha tardado dos años largos en realizar este cambio. Y es curioso que esto ocurra en el fútbol profesional, donde un entrenador que pierde durante cuatro jornadas en La Liga española, a la quinta ya no se sienta en el banquillo. Quizás el dato de que el propio presidente de la Federación Española de Fútbol lleve desde 1988 en el cargo, tenga algo que ver con esa agilidad.
El problema es que en nuestras empresas nos encontramos con esta misma situación. Nos cuesta mucho delimitar cuando tenemos que tomar decisiones con el talento senior para ajustarlo con el junior, generando problemas muy serios en nuestras estructuras de personal. Si queremos compararlo con el entorno deportivo de nuestra selección de fútbol, la tardanza ha perjudicado la imagen de un seleccionador que ha ganado lo que ningún otro y, sin embargo, un poco más y dilapida todo su crédito con dos años de aguante e intentos de cambio generacional, desastrosos.
Si cada vez que vamos a reciclar nuestro talento senior pensamos en cómo vamos a mover a ese profesional que ha hecho tanto en nuestra empresa y no pensamos cómo podemos hacer para que vuelque toda su experiencia en los juniors, tendremos el mismo problema que Vicente del Bosque ha tenido con Casillas, y algún otro. Pensemos que el tema de la portería de la selección española de fútbol ha sido prácticamente un asunto de estado, que ha costado muchos goles y desajustes dentro del equipo. En nuestras empresas, hubiera sido mucho dinero y los mismos desajustes internos en nuestros profesionales.
Podemos imaginar el “papelón” que ha tenido el nuevo seleccionador, Julen Lopetegui, a la hora de hacer la selección, máxime cuando ha seguido contando con un talento senior como Pepe Reina. Pero ha tomado la decisión que todos debemos de tomar, independientemente de cuestiones personales, de las cuales ni la empresa ni el deporte profesional entienden: quedarse con el talento senior que aporta rendimiento objetivo. Pepe Reina ha realizado una temporada en Italia con un coeficiente de 1,15, el coeficiente de Iker Casillas ha sido de 0,87 en el Oporto (cuanto más bajo el coeficiente, mejor rendimiento). Quizás eso miró en su momento el nuevo seleccionador para llevarlo a la convocatoria: un coeficiente superior, pero un mayor compromiso con enseñar a los jóvenes que van a entrar, sí o sí.
Seamos inteligentes con este reto que tenemos por delante en nuestras empresas. Seleccionemos bien el talento senior que aporta valor y rendimiento tanto a la empresa como a la fuerza profesional junior, la cual tenemos que integrar para mantener nuestros resultados. No tardemos dos años en hacerlo, porque nosotros no tenemos una federación que nos ayude a mantener la cuenta de resultados.