Hay dos tipos de responsables que suelen frenar el rendimiento de los equipos:
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Los que conocen la operativa al detalle.
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Los que creen que nada puede sorprenderles.
Ambos perfiles, cuando no incorporan al equipo su rol de líder, entran al vestuario con el ego por delante.
Y cuando esto ocurre, se apaga el juego.
Saben mucho, sí. Pero no saben jugarlo con otros.
En MindCompanySport lo vemos con frecuencia: responsables (CEOs, directores, Mandos Intermedios…) con talento pero que no saben aterrizarlo en el equipo y en el negocio. En su cabeza, solo escuchan el ruido de fondo:
«Esto ya lo he visto.»
«Esto no me sorprende.»
«Esto hay que cambiarlo.»
Y sin darse cuenta, se pierden la jugada. Se desconectan del sistema de trabajo que ya funciona.
Dan por hecho que saben lo que ocurre y entran con la mentalidad de imponer.
Como si un entrenador llegara a un equipo y lo primero que hiciera fuera decir:
“Desde ahora se juega así.”
Resultado: ha comenzado la cuenta atrás para su destitución.
Desde el vestuario: 5 claves para no cargarte el rendimiento del equipo.
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Escucha el sistema de juego antes de cambiarlo.
Si hay algo que ya está funcionando, respétalo. Es tu primer punto de apoyo para crecer. -
No confundas conocimiento con liderazgo.
Conocer cómo se hacen las cosas no te convierte en referente si no sabes hacerlas con otros. -
Antes de aportar, observa. Antes de decidir, comprende.
No te creas Michael Jordan con una jugada ganadora.
Eres parte del equipo, no el salvador. -
No señales el problema antes de haber leído los datos.
El ego no se puede adelantar al diagnóstico.
Tu percepción no es el rendimiento. Los indicadores, sí. -
Involucra al equipo de responsables.
No preguntes por separado para validar tu hipótesis.
Trabaja con quienes llevan el día a día para entender la lógica operativa.
Entrenar el rol directivo.
Un CEO, un director de operaciones o un responsable de área no están para demostrar lo que saben.
Están para hacer que su equipo rinda mejor.
Y eso no se logra con frases bonitas, ni con cambios en caliente, ni con decisiones unilaterales.
Se logra con entrenamiento en escucha, análisis, respeto y ajuste al sistema de juego.
En los equipos deportivos profesionales lo tienen claro:
quien llega con ego y sin respeto por el juego, dura poco.
¿Y en tu empresa?
¿Estáis preparados para identificar a estos perfiles?
¿Sabéis cómo entrenar su transición al alto rendimiento?
En MindCompanySport entrenamos justo eso.
Transformamos operativa y talento en juego colectivo.