Durante la presentación de mi último libro, Entrenando para el éxito, en Pamplona, alguien me hizo una pregunta que me pareció fundamental: ¿Se entrena suficiente en la empresa?
Mi respuesta fue clara: No.
Aunque las empresas tienen una herramienta similar al entrenamiento deportivo —la formación—, no la utilizan de forma adecuada. El problema no es la falta de intención, sino la falta de enfoque: no sabemos exactamente qué entrenar para mejorar el rendimiento operativo.
Pero no te preocupes. Si quieres mejorar el rendimiento de tu equipo, aquí tienes 5 claves para entrenar de forma efectiva en la empresa.
✅ 1. No confíes solo en la formación: conviértela en entrenamiento
Formar no es lo mismo que entrenar.
- Formación: Proporciona conocimientos generales (cursos, talleres, conferencias).
- Entrenamiento: Aplica esos conocimientos en situaciones reales para mejorar habilidades específicas.
TIP:
Después de una formación, diseña sesiones prácticas para simular escenarios reales. Por ejemplo, si has hecho un curso de negociación, crea role plays donde los equipos practiquen situaciones que enfrentarán en su día a día.
✅ 2. Identifica qué necesitas entrenar, no lo que está de moda
Muchas empresas se obsesionan con temas genéricos como el “liderazgo” o el “trabajo en equipo”, pero no siempre es eso lo que necesita tu organización.
Piensa como un entrenador deportivo:
Un entrenador de baloncesto no dedica la temporada a mejorar la condición física si el problema del equipo está en la defensa.
En la empresa pasa igual: Si tu equipo falla en la gestión del tiempo o en la ejecución de procesos, eso es lo que debes entrenar.
TIP:
Haz un diagnóstico del rendimiento operativo. ¿Dónde están los cuellos de botella? ¿Es un problema de comunicación interna, de falta de seguimiento, de gestión del cambio?
Entrena para resolver eso.
✅ 3. El entrenamiento debe ser constante, no puntual
Uno de los errores más comunes es pensar que una formación al año es suficiente.
No lo es.
En el deporte, el entrenamiento es diario porque el rendimiento se construye con repetición y mejora continua. En la empresa, ocurre lo mismo: los equipos necesitan entrenar habilidades de forma regular para mantenerlas y perfeccionarlas.
TIP:
Implementa microentrenamientos semanales o quincenales. No necesitas sesiones largas: 30 minutos bien enfocados en resolver un reto específico pueden ser más efectivos que un curso de 8 horas una vez al año.
✅ 4. Entrena con métricas claras
En el deporte, cada entrenamiento tiene un objetivo medible: mejorar el tiempo en una carrera, la precisión en el tiro, la resistencia física, etc.
¿Y en la empresa? Muchas veces se entrena sin saber cómo medir si ha habido mejora.
TIP:
Antes de comenzar cualquier entrenamiento, define:
- ¿Qué quieres mejorar? (Ej: reducir el tiempo de respuesta al cliente).
- ¿Cómo lo vas a medir? (Ej: de 48 horas a 24 horas).
- ¿Qué resultado esperas después del entrenamiento? (Ej: mantener la calidad con tiempos más rápidos).
Sin métricas, el entrenamiento es solo una actividad más. Con métricas, es una palanca de cambio real.
✅ 5. Crea una cultura de entrenamiento, no de dependencia del líder
Un entrenador deportivo no juega los partidos por su equipo. Su éxito se mide por lo bien que el equipo funciona sin él en el campo.
En la empresa debería pasar lo mismo. Si un equipo solo funciona cuando el líder está presente, algo está fallando.
TIP:
Entrena la autonomía.
Crea espacios donde el equipo tenga que resolver problemas por sí mismo, tomar decisiones, proponer mejoras.
El objetivo del entrenamiento no es que dependan más del líder, sino que sean más autosuficientes.
🚀 Conclusión: Entrena lo que importa, mide lo que mejora
No se trata de llenar calendarios con cursos y talleres. Se trata de entrenar con propósito:
- Detecta qué necesita tu equipo para rendir mejor.
- Diseña entrenamientos prácticos y medibles.
- Hazlo de forma constante y con un impacto real en la operativa.
Todo lo demás es cumplir el expediente. Y si quieres resultados extraordinarios, eso no basta.